miércoles, 28 de septiembre de 2016

Primavera en Polvoranca

FECHA: 27 de marzo

Se suele decir que "la primavera, la sangre altera". No solo la de los humanos, los cuales la poseen alterada gran parte del año gracias a nuestro maravilloso estilo de vida, si no también la de las aves. Es época para estos seres alados de buscar pareja y empezar a pensar en sacar adelante a los pollos, y no hay tiempo que perder. Un paseo por el parque semiurbano más conocido del sur de Madrid nos permitirá ver como las especies autóctonas de la zona (y algunas invasoras) se preparan para esta época del año.

La ruta comenzará en los aparcamientos de Leganés, desde donde nos dirigiremos a la zona de las ruinas, siguiendo el "valle" del arroyo Culebro; aquí haremos paradas en la laguna de la Recomba y en la de los Sisones. Por último nos dirigiremos a la laguna de Mariapascuala, la más grande y artificial de las tres lagunas del parque: 


Grupo de jilgueros (Carduelis carduelis) en un árbol de la ribera del arroyo Culebro.
La nueva generación de ánades azulones (Anas platyrhynchos) surca ya la laguna de la Recomba.
Los pollos junto a su madre.
Zampullín común y macho de ánade azulón.
 A continuación nos dirigimos a la laguna de los Sisones, la cual se encontraba rebosante de agua a raíz de las precipitaciones caídas en los días previos; pude comprobar que una pareja de ganso del Nilo se estaba preparando muy probablemente para usar el carrizal como lugar de cría. Una mala noticia desde mi punto de vista, puesto que si este comportamiento se extendiende entre la cada vez más abundante comunidad que dicha especie posee en Polvoranca, puede alterar este delicado humedal en el que ocasionalmente se refugian algunas especies limícolas poco frecuentes.




Pareja reproductora de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus) en la laguna de los Sisones.   
Pareja de picos picapinos (Dendrocopos major).
 Y la sorpresa de la jornada, un par de grandes aves acuáticas anaranjadas que aterrizaron en la orilla oeste de la laguna. Al acercarme pude comprobar que se trataba de una pareja de tarros canelos, probablemente también reproductora. El estatus de dicha especie es algo ambiguo; según el Libro Rojo de 2004 se trata de una especie en estado crítico en España, habiendose extinguido de la Península como reproductora. Sin embargo, parece ser que ocasionalmente aves procedentes de África se dejan ver en distintos puntos de la Península, aparte de aquellas procedentes de escapes de granjas (grupo al que muy probablemente pertenezca esta pareja, en vista de que permitieron que me acercara a pocos metros de donde se encontraban).


Pareja de tarros canelos (Tadorna ferruginea).
Hembra.
Macho.
Paloma torcaz (Columba palumbus), especie abundantísima en los árboles que rodean la laguna.
Cotorra argentina (Myiopsitta monachus), la principal especie invasora no acuática del parque.
Pareja de torcaces con la sangre muy alterada...


Al llegar a la zona del kiosko me vi tentado a acceder a la zona de "vegetación madrileña" y hacer una espera en el observatorio, aprovechando los últimos minutos de sol, hasta que vi un gran grupo de ardeidas que se dirigían hacia la laguna de Maripascuala (mismas aves que ya había visto con anterioridad en numerosas ocasiones sobrevolando algunas grandes ciudades del sur de la capital, y que me tenían muy intrigado); me dirigí rápidamente hacía dicha laguna y por fin desvelé el misterio, se trataba de una gran colonia de garcillas bueyeras, con varios cientos de ejemplares, que utilizan como dormidero los arboles situados en la isleta que hay en dicha laguna, y que muy probablemente pasen el día en el Parque Regional del Sureste o sus cercanías.
Árboles repletos de ejemplares de garcilla bueyera (Bubulcus ibis).

Detalle de dos ejemplares.
Ganso domestico que se prestó para posar para una foto (en realidad estaba esperando que le cayera algo de pan).
Detalle de algunos ejemplares de garcilla, preparándose para dormir.
Y hasta aquí esta interesante salida primaveral por las cercanías de la gran ciudad. Adelanto que las próximas entradas se las dedicaré a un par de lugares muy especiales ubicados fuera de Madrid, en los que se dejan ver algunas aves poco frecuentes en parques semiurbanos como Polvoranca.

Hasta entonces, un saludo y que la ciudad os sea leve!