Soy un gran aficionado a la naturaleza, especialmente a la ornitología; en este blog recorreré algunos de mis parajes naturales favoritos, principalmente en la zona sur de Madrid, tratando de ilustrar algunas de las especies de aves y otros animales que en ellos habitan.
FECHA DE LA VISITA: 1 de mayo de 2016 Nueva salida por tierras manchegas, región con fama de árida y seca, y que precisamente por ello sorprende a muchos de sus visitantes con una serie de importantes humedales, pese a las numerosas amenazas que soportan. Conocidos en conjunto como "La Mancha Húmeda" suponen, desde el punto de vista ornitológico, uno de los principales núcleos a nivel nacional para las aves acuáticas.
El núcleo de este conjunto de humedales son las Tablas de Daimiel, y precisamente pocos kilómetros aguas abajo de este paraje siguiendo el cauce del río Guadiana llegamos al embalse del Vicario, infraestructura construida en los años 70 y entre cuyos impactos positivos se encuentra el haberse convertido en un refugio adicional para las aves acuáticas que visitan La Mancha Húmeda. Concretamente, la cola de dicho embalse en la desembocadura del río Bañuelos, en la cual se han formado numerosas isletas pobladas de densos juncales, resulta una interesante punto para estas aves. Durante un paseo primaveral por esta zona podremos observar varias de ellas, tanto residentes como estivales, muchas de las cuales se encuentran en estas fechas en pleno periodo de cría; al poco de iniciar el paseo ya se iban dejando fotografiar las primeras aves, comenzando por una cigüeña blanca buscando presas entre el denso cañaveral:
Cigueña blanca (Ciconia ciconia).
El trasiego de aves volando de una a otra zona del cañaveral era constante, oportunidad excepcional para poder fotografiar algunas de las especies más raras y tímidas que residen en el mismo, casi imposibles de observar de otra forma:
Anátida que me genera dudas: ¿Porrón moñudo o porrón pardo?
Garza imperial (Ardea purpurea).
Silueta de Morito (Plegadis falcinellus).
Entre la maraña de grandes herbáceas acuáticas también encuentran refugio numerosas paseriformes; entre ellas, pude fotografiar un par de ejemplares que me generan dudas: en primer lugar, si se trata de ejemplares de la misma especie, y en segundo lugar, a que especie de pertenecen. No cabe duda de que son muy similares entre sí. EDITO: tras recordar que tuve la genial idea de enviar el canto de alguno de estos pájaros a un grupo de Whatsapp, procedí a buscar la grabación y creo estar seguro de identificar un carricero común, especie que por su aspecto físico no cabe duda de que puede coincidir con el de de la primera imagen:
¿Carricero común (Acrocephalus scirpaceus)?.
Especie por identificar.
Otras paseriformes fáciles de ver en la zona son las lavanderas. En este caso, una lavandera boyera:
A raíz de las lluvias primaverales caídas en los días previos, se formaron varios lagunazos poco profundos junto a la cola del embalse, lo cual es aprovechado por algunas especies, como este pato colorado, para buscar alimento fácil:
Pato colorado (Netta rufina).
Durante el camino de vuelta a la aldea de Peralvillo, se dejaron fotografiar las últimas de la tarde:
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus).
Garza real (Ardea cinerea).
Fumarel cariblanco (Chlydonias hybrida).
Aquí termina este interesante paseo por el embalse del Vicario, humedal al que sin duda dedicaré más entradas en el futuro. Dejo abiertas las dudas sobre el porrón y sobre las dos paseriformes del cañaveral, e invito a cualquier lector que crea tener la clave a que me deje un comentario con sus opiniones. ¡Hasta la próxima!
Tras algunos meses de parón vuelvo a la carga con más salidas pajareras. ¡Espero que las disfrutéis!
Para abrir boca, comenzaremos alejándonos algunas decenas de kilómetros al sur de Madrid; concretamente nos iremos al sector ciudad-realeño de los Montes de Toledo (aunque a pocos kilómetros del límite con dicha provincia). Nos encontramos en el "valle de los Quiles", uno de los muchos sinclinales rellenos de sedimentos (corredores intramontanos o rañas) que podemos encontrar entre las cuerdas serranas que componen esta pequeña cordillera.
Se trata de una zona con una densidad de población extramadamente baja (la aldea de Los Quiles, que da nombre al valle, apenas cuenta con unas pocas decenas de habitantes), conformando un ambiente rural de gran belleza y tranquilidad.
Sin embargo, hoy vamos a "pajarear" en un punto muy concreto de dicho valle: unas antiguas graveras de poca profundidad situadas cerca del cierre del valle, a pocos metros de la pedanía de Valdehierro; cabe destacar que toda la vega del rio Bañuelos (el río que recorre el valle) se encuentra horadada por multitud de graveras, aunque la mayoría tienen una profundidad excesiva, así como unos taludes con demasiada pendiente, que no resultan demasiado atractivos para la mayoría de aves. En este enclave, sin embargo, el estrato en el que predominan las gravas es bastante delgado, por lo que la actividad minera no profundizó demasiado, convirtiéndose con el tiempo en un pequeño humedal donde se congregan algunas especias acuáticas:
La más abundante (y ruidosa) es el avefría europea. Sospecho que puede tratarse de parejas reproductoras, aunque no vi ningún polluelo:
Ejemplares de avefría (Vanellus vanellus) sobrevolando la charca, alertadas por mi presencia, puesto que no están nada acostumbradas a la presencia humana.
Otro ejemplar, posado en una isleta de la charca.
La cigueñuela (Himantopus himantopus), otra de las aves abundantes en el paraje.
Tres especies de un tiro: dos garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), garceta común (Egretta garzetta, a la derecha) y macho de ánade real (puede observarse su cabeza asomando entre la hierba justo debajo de la garcilla de la izquierda).
Para terminar la jornada, un abejaruco y un triguero, los cuales estaban posados en el cable eléctrico que transcurre junto a la carretera comarcal. A este último pude filmarlo mientras realizaba su peculiar reclamo.
Abejaruco (Merops apiaster)
Escribano triguero (Miliaria calandra) dando un recital de canto.
Hola! Esta entrada es básicamente para dejar constancia de que el blog sigue al pie del cañón. Son tantas las fotos que he tomado últimamente, y tan poco el tiempo del que dispongo, que para cuando por fin pueda ponerme a ello caerán seguramente varias entradas de golpe, y muy posiblemente me tenga que dejar alguna salida ornitológica por el camino para centrarme en las más interesantes. Aquí una pequeña muestra de lo que se viene en próximas entradas...
Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) en la laguna de San Juan.
