domingo, 22 de noviembre de 2015

Sotos de los arroyos Culebro y Butarque, y parque de las Presillas

FECHA DE LA SALIDA: Sábado, 3 de octubre de 2.015.

Según parece, el municipio de Leganés debe su nombre a la gran cantidad de barro (légamo) que suele formarse en muchas partes del municipio, el cual esta surcado por varios arroyos y barrancos, y que también posee algunas hondonadas propicias para la formación de lagunas estacionales. Sin duda, los principales arroyos de la zona son el Culebro (o Recomba) al sur de la ciudad, y el Butarque (o Canaleja) al norte.

La historia reciente de ambos arroyos viene a ser muy similar, y guarda claros paralelismos con la evolución del entorno humano que los rodea; pasaron de ser poco más que zanjas rodeadas por amplias extensiones de cultivo en un ámbito claramente rural, a convertirse a partir de la década de los 60 en puntos negros de residuos y vertidos, a medida que la agricultura iba perdiendo importancia y el desarrollo urbano crecía sin cesar; y por último, a partir de la década de los 80, con la toma de conciencia ambiental por parte de las autoridades, en parques semiurbanos, recuperando en cierto modo una ligera parte de la esencia de sotos fluviales que tuvieron hace tiempo.

En la ruta ciclo-ornitologica de hoy, sábado 3 de octubre,  recorreré alguno de los puntos más interesantes faunisticamente en el entorno de ambos arroyos; comenzaré por el arroyo Culebro a su paso por el parque de Polvoranca, en su tramo más "salvaje" (entre el puente del camino principal del parque y el entorno de la laguna de la Recomba); en dicha zona, arboles de repoblación, como chopos, sauces, arces, olmos... se juntan con arbustos y herbáceas autóctonos de ribera que se han venido desarrollando espontáneamente desde que la zona pasó a tener cierta protección ambiental.


Vegetación de ribera del arroyo Culebro (o Recomba) a su paso por la zona central del parque de Polvoranca.


No tardé en ver algunas de las primeras paseriformes típicas de estos bosquecillos, entre las que destacaba por su abundancia el papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca), especie que se encuentra en estos primeros días de otoño en su migración otoñal hacia tierras más cálidas, siendo abundantísima en cualquier parque semiurbano de Madrid, por lo que no me fue difícil tomar varias fotos de la especie a lo largo del recorrido:


Papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca).
Simpática imagen que anuncia la llegada del otoño a Polvoranca.
Detalle del anterior ejemplar.
Además de estas, por distintos puntos del soto pude oír el inconfundible canto del ruiseñor bastardo (Cettia Cetti); traté de seguir su sonido, aunque con una especie como esta, especialista en escabullirse entre las malezas ribereñas, tratar de seguir su canto es dar palos de ciego. La mañana amaneció muy nubosa, y finalmente la lluvia hizo acto de presencia; no me quedo otra que meterme bajo uno de los arboles del soto en espera de que escampase; sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Un ruido procedente de un matorral ribereño me puso en guardia, y no tardó en aparecer este joven mirlo (Turdus merula) con una baya en el pico, permitiéndome fotografiar la graciosa secuencia de como lo engullía:

Mirlo común (Turdus merula
Poco después de que el mirlo se marchará, observo un pajarillo moverse ágilmente entre las malezas; tras varias fotografías fallidas, por fin logro lanzarle una medianamente decente, en la que compruebo que se trataba de uno de los ruiseñores que habían estado jugando al escondite conmigo; queda claro que con esta especie vale más unos minutos de espera junto a algún arbusto que seguir sus cantos a lo largo del soto.

Ruiseñor bastardo (Cettia cetti)

El pequeño chaparrón no tardó en escampar, y decido continuar con la marcha; a lo lejos, en la ladera del cerro que hay en el centro del parque, observo un grupo de perdices rojas (Alectoris rufa), que no tardaron en escabullirse cuanto trate de acercarme más de la cuenta:
Perdiz roja (Alectoris rufa)












Poco antes de marcharme de Polvoranca, tres ruidosos picos picapinos (Dendrocopos major) llamaron mi atención; no tardaron en marcharse, por lo que no pude fotografiarles; continué con el viaje al otro punto que tenía planeado recorrer en el día de hoy, el arroyo Butarque y su entorno; más exactamente el parque de las Presillas, en Alcorcón, y el parque lineal situado al sur del barrio de la Fortuna, en Leganés.

Apenas me había bajado de la bicicleta tras llegar al parque de las Presillas, oigo cerca de mi un tamborileo procedente de un olmo del soto del arroyo Butarque; no tardo en localizar a su autor, curiosamente la última especie que vi antes de salir de Polvoranca, y esta vez si, pude lanzarle algunas fotos:

Pico picapinos (Dendrocopos major)






Tras este buen comienzo, me pongo en camino; empiezo asomandome a los estanques artificiales que hay en la cabecera del Butarque, en los que apenas había algunas gallinetas y una focha; una imagen muy distinta a la que mostrarán dentro de pocas semanas, cuando decenas de cormoranes y gaviotas reidoras invernantes se asientan en el lugar. Subo ahora hacia el punto más elevado del parque por el descampado que separa la zona de los alcornocales y el pinar, donde pude ver varias lavanderas blancas muy inquietas, que no se prestaron a ser retratadas decentemente. Al llegar al punto más alto del parque, decido internarme en el pinar; al poco de entrar, veo varios grupos de diversas paseriformes, no demasiado tímidas, jugueteando en las copas de los pinos; logro identificar a varios carboneros comunes, un agateador común, y un herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus), especie que me sorprendió doblemente, puesto que es la primera vez que la observo y porque no sabía que habitara en este humilde pinar de repoblación; fue la única especie ornítica del pinar de la que pude obtener una buena imagen:

Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus).

Y digo ornítica, porque no solo viven aves en este parque de las Presillas, como lo demuestra esta liebre (Lepus granatensis) que posó durante unos segundos:


Liebre ibérica (Lepus granatensis).

Además, cuando regrese al cauce del Butarque, saltó un anfibio a mi paso, aunque no pude identificar su especie; puede resultar ciertamente sorprendente que aun queden ranas y sapos en este arroyo tan afectado por la mano del hombre y que muestra claros signos de haber soportado grandes riadas de aguas posiblemente residuales, procedentes de la EDAR que hay en los estanques de la cabecera del arroyo; pero el caso es que no es la primera vez que avisto fauna de este grupo en el arroyo y sus proximidades, en anteriores visitas ya había observado algunos ejemplares de sapo corredor (Epidalea calamita).

A continuación me dirijo a la última parada de este recorrido por los sotos de Leganés y Alcorcón, el parque lineal del Butarque, ubicado al sur del barrio de la Fortuna; un parque desarrollado alrededor del cauce cimentado del arroyo Butarque, donde a los chopos y sauces preexistentes se han añadido nuevas especies arbóreas y arbustivas típicas de jardines urbanos:
Parque lineal del arroyo Butarque, a su paso por el sur del barrio de la Fortuna.

Pero para mi gusto, lo más interesante de este parque son las densas formaciones naturales de zarzamora, juncos y otras plantas propias de zonas húmedas, regadas por los numerosos manantiales que rezuman en diversos puntos del talud ubicado en el margen derecho del arroyo, y que sirven de refugio para una gran cantidad de aves, como por ejemplo las gallinetas comunes (Gallinula chloropus), abundantes a lo largo del parque, y que suelen pasear por los jardines que delimitan el cauce del Butarque cuando se sientes seguras, apresurando a refugiarse bajo la maraña de zarzamoras en cuanto aparece por la distancia cualquier intruso:


Gallineta común (Gallinula chloropus).

La maraña de zarzamoras también sirve de refugio a varias especies de paseriformes, como mirlos, ruiseñores bastardos o este macho de curruca capirotada (Sylvia atricapilla):





Curruca capirotada (Sylvia atricapilla)



























En las praderas del parque también es relativamente fácil observar ejemplares de pito real (Picus viridis) causando estragos en los hormigueros del lugar:

Pito real (Picus viridis)





Llegó la hora de partir, pero antes decido pasar por el parque del lagoaaaa
Llegó la hora de partir, pero antes decido pasar por el parque del lago Butarque, que sufrió un aparatoso incendio el pasado mes de junio; la imagen, varios meses después, no podía ser más tétrica; la densa y rica pradera que había en la margen derecha del arroyo es ahora una inmensa explanada carbonizada, sin vida; además compruebo que varios árboles del soto del arroyo también se vieron afectados. Por desgracia, parece que habrá que esperar bastante hasta que este entorno natural recupere todo su esplendor.

Hasta aquí la ruta de hoy, espero que os hayan gustado las fotografías; próximamente más y mejor!, que sufrió un aparatoso incendio el pasado mes de junio; la imagen, varios meses después, no podía ser más tétrica; la densa y rica pradera que había en la margen derecha del arroyo es ahora una inmensa explanada carbonizada, sin vida; además compruebo que varios árboles del soto del arroyo también se vieron afectados. Por desgracia, parece que habrá que esperar bastante hasta que este entorno natural recupere todo su esplendor.

Hasta aquí la ruta de hoy, espero que os hayan gustado las fotografías; próximamente más y mejor!

viernes, 20 de noviembre de 2015

Amigos de la naturaleza y la ornitología, ¡bienvenidos!

Muy buenas a todos los visitantes de este nuevo blog; probablemente alguno ya haya visitado mi antiguo y efímero blog; sin embargo, no terminaba de convencerme y he decidido empezar totalmente de cero con este nuevo (así soy yo jeje).

¿Por qué un blog sobre aves? Pues simplemente, porque la ornitología ha sido una rama que desde muy pequeño me ha apasionado con fuerza, pero no ha sido hasta recientemente cuando he decidido "echarme al monte", acompañado de mis dos compañeras de viajes, mi bicicleta y mi cámara reflex (o, en ocasiones, de una cámara de vídeo); en pocos meses he logrado numeroso material, y me agobia pensar que yo vaya a ser el único que lo vea, así que he decidido abrir este humilde espacio para compartir lo mejor de mis salidas de campo y aves con todo aquel colega ornitólogo que llegue al mismo.

¿Y por qué del sur de Madrid? Porque, contrariamente a lo que muchos piensan, es una comarca riquísima en hábitats (eso si, la mayoría de ellos muy afectados por la mano del hombre, sea para mal o para bien; o, lo que es más frecuente, para bien pero con el fin de compensar algún daño grave previo). Sea como sea, el caso es que en estos hábitats encuentran cobijo una enorme cantidad de especies; sin ir más lejos, hace tiempo llegó a mis manos un catalogo de la SEO en el que se cuantifican más de 80 especies (ni yo mismo hubiera imaginado una cifra tan elevada), precisamente ese catalogo me hizo plantearme un reto: recorrer algunos de estos espacios de naturaleza semiurbana tratando de fotografiar a todas ellas; y, tras algunos meses de empezar con esta apasionante aventura, debo decir que he conseguido imágenes de varias especies que no aparecen en el listado, por lo que es de suponer que esa cifra de 80 se queda corta.

Aunque, como salir de la rutina siempre es bueno (o eso dicen), en alguna que otra ocasión saldré del sur de Madrid, o cambiaré la ornitología por otro -gía... Todo ello podréis verlo en este blog, al que por supuesto estáis siempre invitados.

Sin más, un saludo y hasta la próxima entrada!