viernes, 20 de octubre de 2017

Un pequeño humedal en algún lugar de los Montes de Toledo...


Fecha de la salida: 30 de abril de 2016

Tras algunos meses de parón vuelvo a la carga con más salidas pajareras. ¡Espero que las disfrutéis!

Para abrir boca, comenzaremos alejándonos algunas decenas de kilómetros al sur de Madrid; concretamente nos iremos al sector ciudad-realeño de los Montes de Toledo (aunque a pocos kilómetros del límite con dicha provincia). Nos encontramos en el "valle de los Quiles", uno de los muchos sinclinales rellenos de sedimentos (corredores intramontanos o rañas) que podemos encontrar entre las cuerdas serranas que componen esta pequeña cordillera.

Se trata de una zona con una densidad de población extramadamente baja (la aldea de Los Quiles, que da nombre al valle, apenas cuenta con unas pocas decenas de habitantes), conformando un ambiente rural de gran belleza y tranquilidad.

Sin embargo, hoy vamos a "pajarear" en un punto muy concreto de dicho valle: unas antiguas graveras de poca profundidad situadas cerca del cierre del valle, a pocos metros de la pedanía de Valdehierro; cabe destacar que toda la vega del rio Bañuelos (el río que recorre el valle) se encuentra horadada por multitud de graveras, aunque la mayoría tienen una profundidad excesiva, así como unos taludes con demasiada pendiente, que no resultan demasiado atractivos para la mayoría de aves. En este enclave, sin embargo, el estrato en el que predominan las gravas es bastante delgado, por lo que la actividad minera no profundizó demasiado, convirtiéndose con el tiempo en un pequeño humedal donde se congregan algunas especias acuáticas:

La más abundante (y ruidosa) es el avefría europea. Sospecho que puede tratarse de parejas reproductoras, aunque no vi ningún polluelo:




Ejemplares de avefría (Vanellus vanellus) sobrevolando la charca, alertadas por mi presencia, puesto que no están nada acostumbradas a la presencia humana.

Otro ejemplar, posado en una isleta de la charca.


La cigueñuela (Himantopus himantopus), otra de las aves abundantes en el paraje.


Tres especies de un tiro: dos garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), garceta común (Egretta garzetta, a la derecha) y macho de ánade real (puede observarse su cabeza asomando entre la hierba justo debajo de la garcilla de la izquierda).




Para terminar la jornada, un abejaruco y un triguero, los cuales estaban posados en el cable eléctrico que transcurre junto a la carretera comarcal. A este último pude filmarlo mientras realizaba su peculiar reclamo.


Abejaruco (Merops apiaster)

Escribano triguero (Miliaria calandra) dando un recital de canto.